Día 5: De Xi'an a Guilin

Este era nuestro último día en Xi'an, ya que por la tarde debíamos coger un vuelo que nos llevaría hasta Guilin, así que aprovechamos bien la mañana para visitar las murallas de Xi'an. 

MURALLAS DE XI'AN

Las murallas fueron construidas sobre el año 1375, tienen forma rectangular y una longitud aproximada de 14 km, encerrando dentro la antigua ciudad de Xi'an mientras fuera de ellas queda la ciudad moderna. Su anchura va variando entre los 15 y 18 metros. 

El propósito de esta gran muralla era defender la ciudad frente a ataques exteriores. Actualmente se encuentra muy bien conservada y es una de las visitas imprescindibles a realizar en Xi'an. 

La muralla tiene varias puertas desde las cuales se puede acceder, cada una de ellas situada en un punto cardinal. Nosotros entramos por la puerta sur y una vez atravesada pudimos observar el gran patio interior que ocultan las puertas, a modo de elemento defensivo.

Puerta de acceso a la muralla de Xi'an

Patio interior defensivo oculto tras la puerta

Una vez en la parte superior de la muralla decidimos alquilar un transporte eléctrico para desplazarnos las 6 personas del grupo, estaba claro que a pie no íbamos a ver mucho! Otra buena opción es alquilar una bicicleta. 

Es impresionante ver como se extiende la ciudad desde la parte superior de la muralla. Se puede observar una gran diferencia entre la ciudad antigua y la moderna, configurada por bloques de viviendas de gran altura, muchos de ellos en proceso de construcción. 

Hay que explicar que las ciudades chinas son ciudades enormes en comparación a las ciudades de aquí, por ejemplo, Barcelona tiene cerca de 2 millones de habitantes, mientras que Xi'an tendría alrededor de 8 millones de habitantes o Beijing, que es la capital de China, contaría con unos 20 millones de habitantes. 

Vista de la Torre de la Campana en la ciudad antigua de Xi'an

Parte antigua de Xi'an

Contraste entre la muralla de Xi'an y la ciudad moderna

Vista de la ciudad moderna desde la muralla

El paseo fue muy agradable y duró aproximadamente 1 hora. A lo largo del recorrido, nos fuimos encontrando con las diferentes puertas y puntos de control de la muralla, así como una exposición de artilujios defensivos medievales que se usaban para defender la ciudad. 

GUILIN

A última hora de la tarde por fin llegamos a Guilin. Situada en la provincia de Guanxi al sur de China, a orillas del río Li y formada por unos 5 millones de habitantes, Guilin resultó ser la gran sorpresa del viaje. 

El emplazamiento de la ciudad es realmente peculiar, ya que ésta se extiende alrededor de 4 lagos y 2 ríos. 

Justo en el centro de la ciudad se encuentran los 2 lagos más conocidos Shang Hu y Rong Hu, rodeados de una preciosa zona ajardinada cuidadosamente iluminada de noche. En uno de estos lagos se encuentran las Pagodas del Sol y la Luna, que son la referencia o el icono de la ciudad. 

Las pagodas tienen una estética muy parecida aunque con algunos matices diferentes: la Pagoda del Sol tiene mayor altura y es de color dorado mientras que la Pagoda de la Luna tiene una menor altura y es de color plateado.

Pagodas del Sol y de la Luna

Pagodas ubicadas en el lago Shang Hu

Aprovechamos la tarde para pasear por los parques, contemplando el maravilloso espectáculo que ofrecen los lagos y las pagodas, y también para conocer los alrededores de la zona. 

La calle Zhengyang, situada frente al lago Shang Hu, es una calle peatonal muy turística repleta de restaurantes, bares y tiendas de recuerdos dónde paramos a cenar alguna cosa. 

La comida típica de la zona es la comida cantonesa, que se caracteriza por fuertes sabores como el picante, aunque en esta calle encontraréis todo tipo de restaurantes (indios, tailandeses, etc).

Nos alojamos en el hotel Lijiang Waterfall, conocido por la famosa cascada de agua que cae por su fachada principal, que justamente se ubica frente al lago Shang Hu y las dos Pagodas. 

Hotel Lijiang Waterfall