Un paseo por Girona

Girona es una de estas ciudades a las que siempre nos gusta volver porque, aunque hemos estado varias veces, nos encanta perdernos por las calles de su casco antiguo y siempre acabamos descubriendo algún rincón nuevo así que, aprovechando las vacaciones de Semana Santa, decidimos ir a pasear una tarde por Girona.

Si vais en coche, un buen sitio para dejar el vehículo es el aparcamiento público y gratuito que hay justo al lado de los Jardines de la Devesa, muy cerca del casco antiguo de Girona.

Una vez nos acercamos al centro, lo primero que nos llama la atención es la singular fachada sobre el río Onyar, que cruza el centro de la ciudad, formada por toda una serie de casas colgantes pintadas en diferentes colores y que son todo un icono de la ciudad.

Casas colgantes en Girona

Fachada sobre el río Onyar, en Girona

Una vez cruzado el río Onyar por el puente de San Feliu (el primero que encontramos desde el aparcamiento) entramos de lleno en el Barrio Antiguo de Girona, uno de los cascos históricos más bonitos de toda Cataluña, que contiene varios monumentos únicos como la Catedral (la más ancha del mundo en estilo gótico), el antiguo barrio judío "El Call" y el Paseo de la Muralla.

Lo primero que nos encontramos siguiendo nuestro itinerario es la Basílica de San Feliu, ubicada en la plaza que lleva su mismo nombre. Subiendo por la pujada de San Feliu llegamos a la plaza de la Catedral de Girona. 

La Catedral tiene un aspecto realmente imponente y una gran presencia, dentro de la plaza y del municipio de Girona, ya que está situada en un nivel superior, más elevada, y para acceder a ella hay que subir una gran escalinata subdividida en 3 tramos de escaleras. Cada uno de los correspondientes descansos es una pequeña plaza. 

En Semana Santa, la Catedral y su escalinata cobran especial relevancia ya que, durante la procesión del Santo Entierro, las diferentes cofradías salen del interior del edificio y van descendiendo la escalinata a marcha lenta para, a continuación, realizar toda una ruta por el casco antiguo de Girona.

Entrando en Girona por la calle Calderers

Catedral de Girona

Escalinata de la Catedral, al fondo, la Basílica de San Feliu

No quisimos perdernos el Paseo de la Muralla de la ciudad, que rodea todo el Barrio Antiguo de Girona, ni sus vistas panorámicas, así que subimos caminando hasta la zona universitaria, ubicada en el punto más alto de la ciudad, y desde allí pudimos acceder a una de las Torres de la Muralla, la Torre de Gironella, desde la cual empieza el camino de ronda.

Las murallas de la ciudad de Girona no están construidas todas en la misma época, hay tramos de muralla romana, tramos de muralla carolíngia y tramos de muralla medieval. 

El camino de ronda puede realizarse desde la parte superior de la muralla, disfrutando de las vistas de la ciudad, pero también desde la base de la misma, para contemplar sus muros y torres.

Acceso a la Torre de Gironella

Muralla de Girona, que rodea todo el casco antiguo

Camino de Ronda por la muralla de la ciudad

Panorámica de la ciudad desde la Torre de Gironella

En este punto, situado en la zona más alta de la ciudad, aprovechamos para descansar un rato en el "Jardí dels Alemanys", que se encuentra a los pies de la Torre de Gironella y es muy curioso ya que integra también los restos de una antigua caserna de mercenarios alemanes. 

El barrio judío o "El Call" es una de las zonas que no nos podemos perder en Girona. El eje principal que estructura el barrio judío es la calle de la Força, que nace en la plaza de la Catedral, a partir del cual van surgiendo diferentes pasajes y callejones ideales para perderse mientras damos un paseo.

Calle de la Força, en el Call Jueu

Escalinata en el Barrio Judío

El Casco Antiguo de Girona es un sitio ideal para pasear ya que está lleno de tiendecitas con encanto y personalidad tales como anticuarios, librerías de toda la vida, tiendas de artesanía, productos de autor, locales de gastronomía selecta, etc. 

Aunque, para los que prefieran, también se pueden encontrar las marcas más internacionales a partir de la Rambla de la Llibertat, sobretodo hacia la calle de Santa Clara y alrededores.  

Aprovechamos el resto de la tarde para pasear por los diferentes comercios de la ciudad y realizar algunas compras. Finalmente, acabamos sentados en una heladería situada en la Rambla de la Llibertat, una avenida porticada dónde se encuentran multitud de bares, restaurantes, heladerías... el sitio ideal para descansar y refrescarse un rato a la sombra.

Paseando por el Barrio Antiguo de Girona

Rambla de la Llibertat

Tomando un helado

Ya de vuelta cruzamos de nuevo el río Onyar por el puente de "Les Peixateries Velles", fácilmente reconocible por su entramado metálico en color rojo, y pasamos por la calle de Santa Clara, dónde hay una cafetería - pastelería que nos encanta, la Casa Moner, os recomiendo a todos probar su Coca de la Yaya, ñaaaammm!! 

Pont de les Peixateries Velles

Río Onyar, Girona