Día 10 Suzhou : la Colina del Tigre y la Pagoda inclinada

Nuestro segundo día en la ciudad de Suzhou lo dedicamos a visitar uno de sus principales iconos: la Colina del Tigre.

Se cree que en esta colina está enterrado en fundador de la ciudad, el rey He Lu. Según la leyenda, unos días después de la muerte de He Lu un tigre blanco fue visto en la colina, creyendo la población que se trataba de un protector de la tumba del rey que allí yacía. 

La Colina del Tigre es un bonito espacio natural que contine varios atractivos turísticos, lo primero que visitamos al llegar fue un precioso Jardín de Bonsáis. 

JARDÍN DE BONSÁIS

Contrariamente a lo que se suele creer, el arte del Bonsái no se originó en Japón sino en China, hace unos 2000 años. Este arte consiste en cultivar árboles o plantas reduciendo su tamaño y darles una forma que nos recuerde a un paisaje de la naturaleza.

Posteriormente, el arte del Bonsái se trasladó también a Japón, dónde se perfeccionó la técnica y ésta ha ido evolucionando de forma distinta al arte chino del bonsái. Los bonsáis chinos tienen un estilo más natural y menos elaborado que los bonsáis japoneses.

El bonsái de la siguiente fotografía es muy espectacular ya que es muy antiguo y, si os fijáis en la maceta, el grosor de la tierra dónde está plantado es mínimo (aproximadamente unos 4 centímetros):

El bonsái en el centro de la siguiente fotografía es uno de los más antiguos de todo el jardín, tal y como nos explicaron durante la visita, la edad de este árbol podría elevarse a varios siglos!! 

LA PAGODA INCLINADA

En el punto más alto de la Colina del Tigre se halla construida la Pagoda Inclinada, de 47 metros de altura y 7 pisos. No es que la pagoda se construyera así sino que, al igual que la Torre Pisa, se ha ido inclinando con el tiempo. 

Se han realizado operaciones para corregir esta desviación en la pagoda pero únicamente se ha logrado detener su movimiento. 

Pagoda Inclinada

Acceso a la Pagoda

Pagoda Inclinada en la Colina del Tigre

JARDÍN DE BAMBÚ

Al finalizar la visita de la Colina del Tigre, que duró toda una mañana, salimos por el otro extremo de la misma atravesando un bonito Jardín de Bambú. 

Al finalizar la visita, nos dirigimos a la estación de trenes para coger un tren de alta velocidad que nos llevaría desde Suzhou hasta Shanghai, en un recorrido de unos 40 minutos. De esta forma, nos despedimos de Suzhou para llegar a la última parada de nuestro viaje.

Queremos recomendar Suzhou a todos aquellos viajeros que estéis pensando en visitar Shanghai, ya que las dos ciudades están muy bien comunicadas y realmente merece la pena dedicar un día a conocer la Venecia del Este, no os defraudará.