Para poder realizar las visitas a los alrededores de Praga alquilamos un Skoda City Go en el aeropuerto de Praga, la compañía de alquiler del vehículo se llamaba Thrifty. Así que lo primero que hicimos por la mañana fue acercarnos al aeropuerto de Ruzine con el Airport Express (AE), desde la estación central.
Podríamos haber alquilado el vehículo en cualquier oficina del centro de Praga, pero nos salía más caro y así podíamos devolver el coche directamente al aeropuerto antes de embarcar el último día.
De esta forma nos plantamos con nuestro Skoda City Go en el pueblecito de Karlstejn, después de unos 45 minutos de trayecto en dirección suroeste desde Praga.
El pueblecito de Karlstejn es muy turístico, los caminos que llevan hacia el castillo están rodeados de tiendecitas, bares y restaurantes.
Dejamos el coche en una zona habilitada para aparcar, desde allí salían coches de caballos que te acercaban hasta el castillo de Karlstejn, para no tener que subir andando desde abajo pero, como a mi marido no le convencía lo de subir en calesa, nos tocó subir a pie! La verdad es que así nos dio tiempo a ir conociendo el pueblecito y su ambiente.
Pueblecito de Karlstejn |
La Fortaleza de Karlstejn en lo alto de la colina |
El castillo de Karlstejn fue construido por Carlos IV como fortaleza para resguardar sus joyas y tesoros, a la vez que le servía de residencia estival. El complejo está constituido por varias torres, la mayor de todas tenía la función de albergar el tesoro y la capilla real, el resto se utilizaban como habitaciones y estancias para el rey y su corte cuando se alojaban allí.
Algunos de los muros del castillo de Karlstejn tienen un espesor de 3 metros, de esta forma se garantizaba el aislamiento y la protección frente a invasiones.
Camino de acceso a Karlstejn |
Torre grande |
Patio interior del castillo |
La visita al castillo tiene que ser guiada y vale 270 CZK (unos 11 euros/persona), pero merece la pena ya que resultó muy interesante, la guía nos fue explicando los pormenores de la vida de Carlos IV y sus diferentes esposas de una forma muy amena, mientras íbamos atravesando los patios y torres del castillo, de forma que nos pudimos imaginar perfectamente el uso que tuvo el edificio en su momento. Eso sí, sólo salían grupos en checo o en inglés. Además, si se quiere realizar la visita a la sala del Tesoro y la Capilla Real, hay que reservar previamente desde la página web del castillo de Karlstejn.
Al finalizar la visita y mientras bajábamos otra vez hacia el pueblecito, aprovechamos para comer en uno de los establecimientos que había por el camino, en este caso, la comida no fue nada del otro mundo pero tampoco estaba mal.
Por la tarde nos dirigimos hacia el castillo de Krivoklat, que se encuentra en medio de una zona muy boscosa. Este castillo es mucho más modesto que el anterior. Fue construido inicialmente como residencia estival y de caza, y también fue el hogar de infancia de Carlos IV, que a lo largo de los años lo fue descuidando en beneficio del castillo de Karlstejn.
El conjunto tiene forma triangular, con un primer patio de armas exterior y un segundo patio interior desde donde se accede a las estancias más privadas.
La visita al castillo de Krivoklat nos gustó mucho porque fue muy completa. Compramos la entrada en el mismo castillo (menos de 8 euros/persona) y también realizamos la visita con una guía de habla inglesa. Pudimos ver las estancias reales, la Capilla Gótica, la Sala de los Caballeros y los calabozos del castillo. Además, en el patio de armas se realizaba una actuación de aves rapaces y los niños podían practicar el tiro al arco.
Castillo de Krivoklat |
Patio interior del Castillo |
Patio de armas |
A la salida del castillo, subiendo un poco por la carretera de acceso al mismo y a mano derecha, hay un desvío peatonal al final del cual se encuentra un mirador con una buena perpectiva para contemplar y fotografiar el castillo de Krivoklat.
Castillo de Krivoklat |
Al llegar a Praga, decidimos cenar en un restaurante que quedaba justo en frente de nuestro apartamento, el Legenda, ubicado en Legerova. Aquí cenamos hamburguesas y un entrante de quesos aliñados con salsa picante muy muy bueno.
Me he paseado por tu blogg y me ha encantado, está todo muy bien detallado... las fotos preciosas, te felicito... mejor dicho os felicito a los dos, ya que me pareceis una pareja fantástica. Enhorabuena !!
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